Lo dijo Julio César Aráoz, embajador ante el organismo.


WASHINGTON.- Poco después de enterarse, temprano, por medio del ministro Carlos Corach de que Carlos Menem iba a desistir de una virtual candidatura a la reelección, el embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Julio César Aráoz, recibió ayer una propuesta de dos pares del Mercosur que no identificó: que el Presidente se postule el año próximo para la secretaría general del organismo, de modo de fortalecer el bloque regional.

Aráoz, hombre del riñón menemista y jefe de la campaña por la reelección en 1995, comentó a La Nación que "le transmitiré la idea, pero, en principio, dudo mucho de que quiera salir del país".

El actual titular de la OEA, César Gaviria, ex presidente de Colombia, terminará en junio su mandato. Todo indica que podría postularse para un nuevo período, pero aún no es oficial. De ahí, y de un eventual respaldo de los Estados Unidos para Menem por el acercamiento que se produjo en su gestión, habría surgido la iniciativa.


Salvar el Modelo

"Prevaleció el estadista -afirmó Aráoz-. El Presidente sabía, por ejemplo, que iba a perder votos si aceptaba una mayor presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, sin embargo, lo hizo para salvar el modelo. Mi impresión es que no se moverá del país, pero, igualmente, voy a llevarle la propuesta. Me llamaron varios, incluso de la misión norteamericana, para conocer los detalles de su decisión."

La medida tomada por Menem fue interpretada aquí como una aceptación de la realidad. "Si el señor Menem pretende imprimirle constitucionalidad a su mandato, debe saber cuándo retirarse", señaló a La Nación el analista de América latina de la Heritage Foundation, John Sweeney.

Desde Nueva York, a su vez, el economista jefe para la región de Robert Flemings Securities, Omar Borla, dijo a La Nación : "Pienso que tendrá un impacto positivo, ya que va a disminuir el ruido que viene generando la disputa entre Menem y Duhalde".

Esto no significaría el fin de la disputa, sino una suerte de impasse que, a más de un año de las elecciones generales, aflojaría la tensión, según Borla.

"Desaparece una bandera la oposición, por un lado, y se eliminan elementos de distorsión, por otro -agregó-. Si hubiera otro sacudón de Asia, repercutiría en Brasil y en la Argentina, y cualquier excusa o detalle sería bueno para alentar un proceso especulativo".


En Aguas tranquilas

En Wall Street, las idas y venidas de la reelección de Menem no han sido decisivas. Sobre todo por el tiempo que todavía falta para las elecciones. "No importa si después todo cambia y hacen un plebiscito -señaló Borla-. La señal de hoy (por ayer) sirve para tranquilizar las aguas".

Voces de Wall Street confiaron ayer a La Nación que, por ahora, respetan a los otros candidatos (en especial, a Eduardo Duhalde, Ramón Ortega, Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide), pero aún no se atreven a inclinarse por ninguno de ellos.


Garantías Jurídicas

"Bueno, Menem tampoco inspiraba confianza -terció Sweeney-. Era un desconocido, como Carter o Clinton. Pero imprimió reformas que hoy se notan aquí. Fue más efectivo en lo económico que en lo institucional. Le tocará al sucesor logar un gobierno de equilibrio positivo, con un Poder Ejecutivo de menor peso, un Congreso más moderno y un Poder Judicial que se libre de las sospechas de corrupción".

En eso coincidió Borla: más que las reformas estructurales, el punto pendiente en la Argentina es la falta de garantías jurídicas: "No quiero decir que no existan, sino que, si se profundizara la sensación de que está llevándose a cabo un cambio, sería favorable para los negocios y para los individuos", evaluó.

Otros tres presidentes de la región insisten en ser reelegidos a pesar de las trabas constitucionales: Fernando Henrique Cardoso, en Brasil; Alberto Fujimori, en Perú, y Ernesto Pérez de Balladares, en Panamá.

"En algunos países hay una tendencia a repetir la presidencia en contraste con las constituciones -indicó Sweeney-. Aquí, en los Estados Unidos, el cuarto período de Franklin Delano Roosevelt llevó a limitar el cargo a dos sesiones continuas, porque con el tiempo iba adquiriendo más y más poder, y eso desequilibraba a las otras instituciones".

De Washington no surgió aval ni desaprobación para ellos (Menem aun incluido), pero, en privado, funcionarios gubernamentales confesaron a La Nación que la idea, por sí misma, no les gustaba.


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/104278-proponen-que-menem-sea-el-titular-de-la-oea